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El Juego Simbolico

El juego simbólico es aquel en el que se simulan objetos, situaciones o personajes que no están presentes. No se emplean juguetes al uso, sino que diferentes objetos cotidianos adquieren el papel de elementos lúdicos o los propios juguetes se utilizan con otro fin. Los peques juegan simulando "ser".





Generalmente el juego simbólico comienza a los dos años, aunque depende mucho de la madurez psicológica de cada niño. Esta actividad aparece cuando el pequeño desarrolla la capacidad para crear y trabajar mentalmente con los símbolos.





Este tipo de juego es imprescindible para su desarrollo y crecimiento. Les aporta múltiples beneficios para su desarrollo global y les ayuda a crecer sanos. Es por ello que nuestra labor ha de ser facilitar y permitir este tipo de juego, que se produce de manera natural y espontánea. Emplearlo siempre que podamos para fomentar la creación de aprendizajes por parte de los niños y niñas.




  1. Les ayuda a comprender la realidad que les rodea. A través de la interpretación de diferentes roles, los niños y niñas van a interpretar el mundo que les rodea.
  2. Favorece su desarrollo social. Al interpretar diferentes roles, los niños y niñas practican habilidades sociales básicas como la empatía, la asertividad, la comunicación, solución de conflictos  etc.
  3. Fomenta su expresión emocional. Permite a los pequeños expresar sus sentimientos, tensiones, problemas, etc. Cuando representan la realidad, están dejando salir lo que les preocupa, lo que les asusta, lo que les agrada, etc.
  4. Promueve la interiorización de las reglas básicas de la sociedad.
  5. Potencia el desarrollo del pensamiento y del lenguaje.
  6. Los pequeños pueden sentirse libres de la obediencia de los adultos. Es un tiempo que tienen ellos de romper las normas. Pueden desconectar y dar rienda suelta a su imaginación y creatividad.
  7. Les permite comprender los diferentes roles de las distintas personas.
  8. Les ayuda a comprender que en la vida hay diferentes puntos de vista y de esta forma les permite abrir su mente más allá de ellos mismos.
  9. Desarrollan la iniciativa personal, la imaginación y la creatividad.
  10. Les posibilita la creación de diferentes aprendizajes de forma significativa.





  1. Proporciona material adecuado para que los niños y niñas puedan elaborar la realidad. No es necesario que el material sea demasiado elaborado, con una simple caja de cartón, crearán mundos imaginarios.
  2. Juega con ellos. Aprovecha las ocasiones que puedas e introdúcete en su mundo inventado. Disfruta de estos momentos con ellos y ayúdales a aprender.
  3. Sirve de ejemplo en tu vida diaria, si observas el juego simbólico de los pequeños podrás comprobar como imitan a la perfección nuestras estrategias y palabras. Calcan al detalle la realidad que observan diariamente.
  4. Ayúdales a crear situaciones mentales y así combinar la realidad con la imaginación. Proponles juegos, personajes, etc.
  5. Respeta su juego, pero no lo descuides. Deja que jueguen y no limites su acción, pero presta atención a lo que expresan a través de estos juegos.
  6. Aprovecha esta actividad natural y espontanea de los niños y niñas para introducir aprendizajes. Cuando quieras enseñarles algo, utiliza el valor lúdico del juego simbólico, puedes representar situaciones y ayudarles a solucionar conflictos, a ponerse en el lugar de otros, etc.
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